Foro La gestión integral del riesgo y la perspectiva de igualdad de género
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Con motivo de la Conmemoración del Día Internacional de la Mujer se celebró el Foro “Gestión Integral del Riesgo y Perspectiva de Igualdad de Género. Reflexiones en torno a su Intersección”; organizado por el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) y la Secretaría de Gestión Integral del Riesgo y Protección Civil (SGIRPC) de la Ciudad de México, el pasado 25 de marzo de 2019. En este evento participaron servidoras y servidores públicos, así como académicas y especialistas en los temas abordados. El Foro se caracterizó por las diversas posturas manifestadas en torno a los temas de la Gestión Integral del Riesgo (GIR) y la Igualdad de Género en las instituciones públicas y por lo innovador del abordaje de esta intersección en la Ciudad de México. La SGIRPC tiene la obligación de dar cumplimiento e instrumentar lo que establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la de la Ciudad, así como implementar la normativa que de ellas se derivan.
Entre ésta última, cabe señalar que, al momento de realización de este Foro, estaba en proceso de estructuración la nueva Ley de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México , en cuyo proyecto de iniciativa se lograron incorporar las perspectivas de derechos humanos y de género .
Es así que, a fin de apoyar los mandatos arriba mencionados, la Secretaría se propuso tener un espacio de diálogo reflexivo en torno a la intersección de la gestión integral de riesgos (GIR) y la perspectiva de igualdad de género, que facilitará ver y entender la forma en que las desigualdades sociales y de género incrementan diferenciadamente la vulnerabilidad de las personas frente a los fenómenos perturbadores para concretar en propuestas.
En este tenor, se reconoce la inequívoca relación entre desarrollo humano y los riesgos de desastres, ello ha quedado claramente manifiesto con las consecuencias fatales y más extendidas del “creciente número de desastres que ha experimentado América Latina y el Caribe en la última década [2000-2010]” (CIM, 2012, p. 3).
Es un hecho que todas las personas estamos en riesgo frente a diversos fenómenos perturbadores; empero, no todas enfrentamos de igual forma su impacto debido a varios factores que influyen en esas diferencias. Esto es, “una combinación de vulnerabilidades y amenazas, tanto humanas como ecológicas, hace que un desastre pueda afectar más duramente a una población que a otra. Los desastres se nutren de las vulnerabilidades de la población y las magnifican” (CIM, 2012, p. 3).
Asimismo, los roles y estereotipos de género, así como las desigualdades y discriminación contra las mujeres, las sitúa en condiciones de mayor vulnerabilidad. Un claro ejemplo es el trabajo de cuidados que les es asignado, y del que no se les reconoce ni reciben remuneración, “ni siquiera cuando en respuesta a un desastre extienden este trabajo a comunidades enteras” (CNE, s.f., p. 2) y que, en muchas de ellas, se convierten en las primeras respondientes.
En razón de esto, el Sistema de Naciones Unidas ha generado una serie de tratados y convenios tanto relacionados con los derechos humanos, la gestión de riesgo y el cambio climático, como con la igualdad de género y la no discriminación. De esta forma, todo Estado que es parte de dicho Sistema, como México, se obliga a reformar sus leyes a fin de incorporar en ellas los compromisos internacionales asumidos con la firma y ratificación de esos instrumentos.
Entre dichos compromisos destacamos la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) de 1979, que declara "la máxima participación de la mujer, en igualdad de condiciones con el hombre, en todos los campos, es indispensable para el desarrollo pleno y completo de un país, el bienestar del mundo y la causa de la paz". En el mismo sentido, la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing de 1995 resalta varios vı́nculos con el tema de desastres, al hacer énfasis en que las mujeres sufren mayor afectación por éstos y, por lo tanto, es necesario hacer mayor difusión sobre el conocimiento de la función que tienen en la tarea de prevención.
Por su parte, en la intersección objeto del Foro, tenemos el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, que señala entre sus principios rectores a la integración de la perspectiva de género y la promoción del liderazgo de las mujeres y jóvenes en la reducción del riesgo; y la divulgación de datos desagregados por sexo y edad. Asimismo, destaca entre sus Prioridades la incorporación de la inclusión e igualdad de género; el empoderar a las mujeres
“para que encabecen y promuevan públicamente enfoques basados en la igualdad de género y el acceso universal en materia de respuesta, recuperación, rehabilitación y reconstrucción”.
Aunado a esto, para una gestión eficaz del riesgo de desastres, señala que se deben “poner en práctica políticas, planes y programas de reducción del riesgo de desastres con perspectiva de género”, y adoptar medidas para la creación y fortalecimiento de capacidades.